Las vacaciones son tan esperadas como necesarias... para restaurar, renovar y equilibrar tanto cuerpo, mente y espíritu...
Pasamos gran tiempo de nuestras vidas en el lugar de trabajo. Las energías que allí depositamos se van renovando en los escasos momentos de esparcimiento que conseguimos hilvanar de vez en cuando.
Una cosa lleva a la otra
La tensión que se genera en la mente al organizar y desoganizar nuestras actividades diarias, los imprevistos, los factores emocionales; rabia, frustración, miedos etc, se van acumulando y al no ser resueltos es el cuerpo quien lo va manifestando y, es allí donde comienzan los trastornos motores, articulares y el dolor que acusa el cuerpo y que nos hace pensar que algo anda mal pero no sabemos concretamente cual es la causa.
Y así avanza el tiempo
Y al no tener tiempo de calidad para renovar las energías, estas van mermando y vamos funcionando con las escasas reservas que conseguimos con las horas de sueño. Sueño reparador que también se ve afectado, sentimos que no nos alcanza la noche para descansar y despertamos cansados, somnolientos, si ánimo ni siquiera podemos hilar ideas y concretar tareas diarias acumulándose el caos en nuestra vida!
Es por ello que necesitamos descansar debidamente para que todos nuestras células, órganos vitales, energía, mente y deseos de vivir, se nutran y renueven evitando complicaciones de salud de mayor gravedad.
Un consejo de Vida Nueva
Para que pueda sacar el mayor provecho de este preciado tiempo libre: Recuerde que la alimentación juega un papel vital en la nutrición celular y reserva de energía, elija alimentos naturales, sanos y de la época, beba bastante agua. Descanse, si viaja hágalo con tiempo y pausa, regálese tiempo de ocio, desconéctese del celular, las noticias catastróficas de las redes sociales y recuerde que el propósito del viaje es DESCANSAR!
